La acción se
narra desde el punto de vista de Bruno, el hijo de nueve años
de un militar de alto rango nazi.
La familia de Bruno se ve obligada a abandonar Berlín
cuando a su padre lo destinan para trabajar en el campo de exterminio de Auschwitz.
La familia acepta el cambio con resignación. Desde la ventana de su
nueva habitación Bruno divisa una verja tras la cual hay personas
que siempre llevan puesto un "pijama a rayas"; en realidad
se trata de judíos
prisioneros. Explorando los alrededores de su nuevo hogar, Bruno
conoce a través de la valla de seguridad del campo a un niño judío polaco llamado
Shmuel, nombre que Bruno no ha oído antes pero que parece ser
bastante común en ese sitio. Tras diversas peripecias, un día la madre de Bruno convence
a su esposo, y este decide que el campo no es un lugar adecuado para
vivir con su familia y toma la decisión de volver a Berlín. ¿ Encontrará Bruno allí amigos? ¿ Por qué abandonan Berlín? Puedes comprobarlo leyendo el libro.
La novela está protagonizada por el
hijo pequeño del responsable de un campo de concentración para
judíos durante la Segunda Guerra Mundial, el primer apunte que se me
ocurre es que sin embargo, “El niño del pijama a rayas” no puede
ser considerada una novela histórica en absoluto; más bien se trata
de una reflexión sobre el comportamiento humano en sus vertientes
más variadas. En mi opinión, el hecho de que esté ambientada en
esta época puede obedecer a dos cuestiones: la primera es que se
trata de un momento especialmente convulso y extremo en el que podía
aflorar lo mejor y lo peor de cada persona. La segunda es que esa
época, tanto por su cercanía en el tiempo como por sus
repercusiones, es conocida – aunque sea relativamente – por todo
el mundo; de este modo, el autor encuentra el marco ideal para
ejemplificar el tema que quiere plantear en la novela. Partiendo de
esta consideración, difiero de la interpretación que de Bruno da
Tarquinia: lo importante no es en qué grado se ajusta su
comportamiento a la realidad histórica, sino su valor como arquetipo. He dicho antes que
el valor fundamental de Bruno como individuo es su carácter
arquetípico, y es que todos los personajes de esta novela funcionan
como arquetipos que ejemplifican distintos comportamientos ante una
misma realidad; el padre de Bruno es un militar afecto al régimen
capaz de comportarse como un correcto padre de familia al mismo
tiempo que no vacila en formar parte de una maquinaria que comete
atrocidades con otros seres humanos convencido de que son merecedores
de las mismas. La madre es una mujer acomodada que, aunque no parece
aprobar el trabajo de su marido, no está dispuesta a sacrificar su
bienestar personal y se encuentra cómoda yendo a favor de corriente
y cerrando los ojos ante lo que no le interesa ver; el teniente
Kotler es un nazi convencido que incluso se siente obligado a ser más
radical que el resto por cuanto debe lavar con su comportamiento la
mancha que supone el hecho de que su padre sea un intelectual que se
ha autoexiliado a otro país por ser contrario a la ideología
dominante; la hermana de Bruno está en una edad en la que alterna
los comportamientos propios de la niñez con las picardías y
maldades de la adolescencia y en ella sí se adivinan los efectos del
adoctrinamiento constante que deriva tanto de las lecciones de su
maestro como del ambiente en el que se mueve. El propio Bruno dista
de ser un personaje plano anclado en su inocencia, llegando a
protagonizar un acto de cobardía consciente de que con él va a
perjudicar a su amigo, si bien luego se arrepiente. Por último,
Shmuel es alguien a quien le han arrancado la infancia por la fuerza;
aunque todavía le quedan rasgos de inocencia, su experiencia vital
provoca que su actitud y su comportamiento ante la vida sean muy
distintos a los de Bruno. Lo que quiero decir es que estos personajes
van más allá del marco temporal en el que se mueven, sea éste el
del régimen nazi o el de cualquier otra época histórica.
Por último, resalto la idea de que por el hecho de ser una historia
protagonizada por niños sea necesariamente tierna y, mucho menos,
esperanzadora; es dura y, según mi criterio, hay fuertes dosis de
pesimismo en ella. Aportaré dos datos: el primero es el hecho de que
la inocencia se convierte en víctima propiciatoria de la crueldad.
El segundo dato lo constituye el último párrafo del libro en el que
el autor se despacha con una ironía sangrante cargada de malos
augurios que se han acabado demostrando ciertos.
No sé si la intención John Boyne era simplemente construir un
argumento novedoso o dar una vuelta de tuerca a un tema
suficientemente manido; como lector, me parece que va más allá y
que, en suma, ha construido una novela bastante aceptable, bien
escrita y que invita a la reflexión y al debate sobre el hecho de
que, cuando una sociedad entra en una espiral de violencia, todos sus
miembros acaban sufriendo las consecuencias en una u otra medida.
Nadie, independientemente de su grado de responsabilidad, queda
indemne.
Este libro lo leí hace un par de años, en 4º de ESO, como lectura obligatoria y, antes de empezarlo, nunca pensé que me gustaría tanto como me gustó. Ya había oído hablar de él, pero es cierto que no produce la misma sensación hasta que no lo lees tú mismo. Es una historia en la que se plasman muchos aspectos y valores y, quizás, fue precisamente eso lo que hizo que me enganchara rápidamente. En primer lugar, la inocencia que define a Bruno durante toda la historia y el no ser consciente de la verdadera y dura realidad que le rodea. Es una historia que no está narrada desde un punto de vista histórico que se limita a explicar en qué consitió el holocausto, sino desde la perspectiva de un niño de 9 años que permanece ajeno a lo que ocurre, que no sabe por qué las personas del otro lado de la verja llevan "un pijama de rayas", que conoce a un niño con una vida opuesta a la suya sin saberlo, lo cual trasmite ternura al lector, al menos, así fue en mi caso. Sin embargo, esto no quita que al leer el libro, te sobrecojas e, inlcuso, te entristezcas, al pensar que todo eso ocurrió en la realidad e imaginando lo terrible y duro que fue para millones de personas vivir aquel episodio tan debastador de la Historia. Además, en el libro se puede observar como aquel suceso no sólo afecta a los judíos, que obviamente son los principales afectados, sino también a las familias de los que provocaron todo aquello, que no tenían más remedio que resignarse, aceptar lo que sucedía y vivir con el remordimiento. Otro aspecto que destaco, es la amistad que surge entre Bruno y Shmuel, la forma en la que entablan relación, la manera en la que se conocen cada día más, cada uno con una vida totalmente diferente y opuesta a la del otro, pero aún así, convirtiéndose en grandes y verdaderos amigos. El final es sobrecogedor, pero muestra a la perfección como lo que haces en un momento determinado, puede volverse en cualquier instante en tu contra.
ResponderEliminarSin duda, es un gran libro, sencillo de leer, ya que no aparece un vocabulario muy complejo y que recomiendo a cualquier persona sin importar la edad que tenga. La mayoría de las personas conocemos datos sobre lo que ocurrió, pero este libro ofrece la oportunidad de saber aún más desde un punto de vista completamente diferente al de una persona adulta, desde la inocencia e ingenuidad de un simple niño.
Mª Reme Rodríguez Fernández
Cuando leí este libro me gustó mucho porque muestra la inocencia de los niños y que para ellos no hay diferencias entre las personas. Por otro lado muestra que en la vida se recibe lo que se da poniendo como ejemplo al padre del protagonista. Os recomiendo que lo leáis, estoy segura de que os gustará.
ResponderEliminarMacarena Muñoz Muñoz
En mi opinión, este libro me parece muy interesante ya que narra hechos históricos muy importantes sobre la dictadura nazi, te hace ver las dos caras de la moneda. Por una parte, observamos como vivían el pueblo judío, y por otro lado, lo cómodamente que vivían los partidarios de Hitler.
ResponderEliminarRecomiendo este libro a todos aquellos aficionados a la lectura y curiosos por conocer un poco más de la época nazi.
Cristina López Carmona 2ºbach-B
personalmente a mi me a gustado este libro, porque refleja muy bien los horrores de la segunda guerra mundial y como al darle la vuelta a la situación hace al padre del protagonista tomar conciencia del daño que han causado los nazis al pueblo judío.
ResponderEliminarNerea Cascajosa Montilla 2ºbach-A
Primeramente, me encanta este libro debido a que cuenta la verdadera situación de cómo estaban los judíos en un campo de concentración y de cómo a unos metros del campo vivía una familia alemana en la que el padre era el jefe encargado de controlar y dirigir el dicho campo de exterminio y en la que por ciertas circunstancias de soledad el hijo de esta familia se hace amigo de un judío del "niño del pijama de rayas" con el que establece una relación de amigos muy bonita y ala vez peligrosa.Me gusta mucho la historia debido a que el niño juega con fuego con tal de tener un amigo con quien jugar.
ResponderEliminarEste libro me a gustado porque me parace un libro que te hace reflexionar sobra dos tipos de vida un niño rico y un niño pobre que solo tiene un tipo de vestimenta y que va descalzo
ResponderEliminarEste libro ha sido uno de lectura obligatoria que he tenido este año, en 4º ; sin embargo, nunca me llegó a gustar del todo debido al intento de exagerar la ingenuidad del protagonista, Bruno. En cuanto a la lectura, es sencillo de leer y tampoco es muy extenso. El contexto histórico sí está muy trabajado porque se relata a la perfección el estado alemán durante el holocausto nazi, oponiendo dos puntos de vista completamente diferentes.
ResponderEliminarMarcos Giráldez Montaño, 4º ESO, Grupo 2
El libro me ha parecido triste pero interesante a la vez que nos aporta datos relevantes sobre una parte de la historia como es el holocausto y los campos de concentración nazi. Este nos ofrece dos visiones de la vida, la de un niño rico hijo de generales y la de un niño pobre hijo de esclavos. Y también, nos hace ver al final que todos somos iguales cuando el niño rico cruza la valla del campo de concentración.
ResponderEliminarMario Quirós Pérez, 4º ESO, Grupo 1
En mi opinión me encantó el libro, es uno de los mejores libros que he leído , la inocencia de Bruno es encantadora aunque a veces da pena los pensamientos que tiene sobre lo que está pasando y de que cree que su padre es diferente a los demás. Es una historia que refleja las cosas tan duras que tuvieron que vivir muchas personas.Me parece una fantástica historia, que relata la importancia de la amistad en nuestras vidas y relata una historia preciosa y a la vez dura y en algunos momentos bastante triste. Es un libro que todo el mundo sin duda debería leer. Respecto al final te deja sin palabras incluso te llega a emocionar, es un final muy IMPACTANTE. Sin duda un libro totalmente recomendable.
ResponderEliminarComentario realizado por Andrea
Desde mi punto de vista, el principio no me parecía tan interesante como se veía pero a lo largo del libro me di cuenta que era un libro muy entretenido y muy interesante ya que no terminamos de ver lo que le sucede a Bruno con su amigo. Tiene una aventura muy divertida y la llegada de Bruno al pueblo hace que se produzca muchas situaciones algunas complicadas. El libro es fácil de comprender y las palabras son fáciles.
ResponderEliminarComentario realizado por Alba Dominguez